El Grinch que llevo por dentro

Por lo general cuando salgo a hacer las compras "normales" relacionadas a la vida normal de un ser normal y voy acompañado, se me vuelan las tapas de los cesos cada vez que mis acompañantes (o siendo yo el acompañante) se detienen a mirar cada marisquera con motivos navideños, sin importar si son bonitos, bien acabados o espantosos como hechos durante la madrugada con materiales de desecho.
Se me nota enseguida mi cara de pocos amigos, acompañado de un semi-rechinar de dientes, orejas rojas, ojos saltones y un poquito arrugada mi frente y entrecejo, cosa que no se nota mucho cuando lo está.
A la final, siempre termino disfrutando los días porque siempre saben como ponerme contento. Veo gente que quería ver (lo chimbo es que no pueda ver a quien realmente quiero ver), hay comida parejo, dulce que jode, caña para botar y uno que otro día de descanso adicional. Y como no soy de los que se gasta la plata en güevonás, en Enero tengo lo mío.
Lo que si es verdad es que mientras sigan celebrando las fiestas navideñas como lo hacen actualmente, llevaré el Grinch dentro queriendo explotar y hacer de las suyas.
2 comentarios:
Si lo que dices es cierto no deben de gustarte nada de lo que sucede este mes y por consecuencia las Fiestas de Navidad que ofrecen las empresas, así que ponte Feliz y divierte porque este y todo el resto de los otros meses tienen su magia especial, así que ponle tu magia y pásala súper.
Te quiero
Estoy muy de acuerdo contigo. En diciembre a la gente se le mete el espiritu de la navidad de una manera tal, que pareciera que hay que hacerles un exorcismo, jaja. Bueno, no tanto asi, pero hay algunos que les da locura decembrina.
Publicar un comentario
<< Página principal