viernes, noviembre 21, 2008

Me mudé

Señores, después de milenios activé un dominio que algún día en el mundo servirá para publicar mis proyectos y que adicionalmente me da espacio para un blog personalizado.
Mi nueva dirección: http://leonardoarismendi.com/blog.
Sin más,
Yo.

sábado, noviembre 01, 2008

Día de muertos

El día de muertos es una celebración mexicana donde se recuerda, con felicidad y alegría, a los parientes que ya han pasado a la otra vida. Claro que hay momentos emotivos pero en general se piensa que los difuntos están en mejor condición que si estuvieran vivos. No se piensa que luego de la muerte está el cielo o en el infierno como premio o castigo, sólo se piensa que se van.
En México la celebración incluye: 1) visitas al panteón donde se encuentran los difuntos a quienes se les lleva comida y todo aquello que les gustaba en vida, 2) oraciones, rezos, bailes y celebraciones, 3) construcción de altares en casas, oficinas y demás sitios donde se colocan fotos de los difuntos y escritos que los recuerden, 4) preparación de comidas especiales para la fecha entre los que se encuentran el popular pan de muerto, muy rico por cierto, calaveras de azucar a las que llamaba "cráneos" por ignorancia a la cultura 5) y lo que me parece muy cómico y me sigue sorprendiendo: las calaveras, que no son más que unos versos cómicos que riman donde se tienen como personajes principales a personas vivas conocidas (amigos, familiares, compañeros de trabajo) y que la muerte se los viene a llevar. Hasta hacen competencias de quien escribe la calavera más creativa. Sería extraño escribirle a mis hermanos que se los viene a llevar la pelona.
Para cualquiera que no sea mexicano es una celebración que no se entendería. De por si la muerte en cualquier lugar de latinoamerica nunca sería una celebración, bueno, en la gran mayoría de los casos. Creo que nadie puede imaginarse un cartel con el texto: "Felíz día de los muertos", pues, lo vi, existe y está la foto.
De cualquier modo es una fecha bien interesante de la que es bueno vivirla aunque no se entienda y presenciar lo que es parte de la cultura del pais en el que vivo actualmente.


miércoles, febrero 07, 2007

Manejando en el DF

"Oh! tu, simple mortal, que os atrevéis a desafiar a los propios de esta ciudad en sus calles, avenidas y demás arterias viales, tu que ofendéis con el hecho de posar los neumáticos de tu vehículo en el asfalto de esta magna orbe, cuidaos y respetaos que estamos observándolos, cada movimiento, cada indicación lumínica, cada intención de conducir como en los manuales será castigado hasta con la muerte!".
Esta es el mensaje implícito, tácito, que nos da la ciudad de México al conducir en sus calles.
Muchas veces hasta pánico me da salir de la casa al trabajo, miles de pensamientos pasan por mi cabeza y solo me queda relegar mi autoestima a lo más profundo de mi ser mientras manejo mi carro nuevo del año por la ciudad.
El carácter pasible, agradable, carismático, bondadoso, complaciente, servicial y amable del ciudadano común mexicano defeño se pierde al colocar las posaderas en el mueble del automóvil. Cual Dr. Jekill y Mr. Hide, cada persona que tenga en su haber, o al menos la oportunidad de conducir un carro, transforma su ser en un monstruo maléfico, sediento de sangre, bestial, inhumano y su comportamiento es dictado por sus instintos más bajos y básicos indicados por esa zona del cerebro primitivo reptiliano que todos tenemos, pero que muchos utilizan de manera exclusiva.
Colocar las luces de cruce le indica al resto de los conductores ubicados detrás y del lado que usted colocó las luces que está a punto de invadir su canal y que eso no es permitido ni por las leyes divinas de su Dios omnipotente-omnipresente. Las luces intermitentes son una amenaza, ya que significa que el resto de los "maestros" del volante deban pasar por la zona donde usted, con algún tipo de problema mecánico (del carro o de su persona), está detenido casi sobre una acera. Con esto suelen detenerse a móleculas de su carro, no sin antes hacer gala de un sonido chirriante de sus neumáticos, y ponerse a echar corneta, estando concientes que tienen toda una calle para pasar.
El hecho de practicar el manejo defensivo y mantener, así sea de día, las luces encendidas, se transforma en una amenaza para todos los conductores que están delante de usted, con lo que su misión principal es hacerle miserable el viaje y manejar lo más lento y descuidado que puedan.
He llegado a pensar que la función de un policía acostado en una calle sirve para poder hacer las acrobacias realizadas por The dukes of hazard, ya que en vez de servir para hacer aminorar la velocidad, la usan para, de ser posible, lograr levantar vuelo y cruzar una calle transitada por encima de las cabezas de los inmutables conductores.
También he llegado a pensar que en esta ciudad está la planta que surte al resto del mundo en autorespuestos para tren delantero, y es por esto que quizás no les importe destrozar rines, amortiguadores y demás parafernalias, ya que por una módica e irrisoria suma podrán ponerles todo eso nuevo y nada ha pasado.
Las autopistas son pistas de pruebas para el agarre de todos los cauchos que se fabrican en el mundo y sale más barato a las empresas, y librarlos de responsabilidades, hacer que los habitantes automotorizados de la ciudad realicen las pruebas. Claro, el 95% de las pruebas resultan fallidas, como es normal, antes de alcanzar algún éxito. Es por esto que vemos carros voladores, saliendo despedidos de los elevados, segundos pisos y otras vías aéreas, y cayendo sobre casas, terrenos baldíos, terceros o cuartos pisos de edificios aledaños y demás.
La ciudad se mueve a otro ritmo, un ritmo salvaje al que no me acostumbraré jamás, y por más años de experiencia de manejo que tenga será imposible que me deje de importar mi vida y las de mis acompañantes por llegar 5 segundos antes a determinado lugar para reirme del resto, estacionados casi en el tráfico sin fin de la ciudad.

domingo, febrero 04, 2007

El chiste inconcluso

Esta es la historia de un hipopótamo del tamaño de un perrito...mejor, que siga Leo!
Este chiste sin final contado alguna vez por mi hermano cuando tenía unos 9 años me ha dejado con la intriga desde entonces. Muchas veces lo uso como frase final cuando ya no se que decir y quiero pasarle la pelota a otra persona, claro, solo me entiendo yo.
De esta historia siempre he querido saber cual hubiera sido su final. Mi hermano en su son de cuentacuentos, historias increíbles tipo el protagonista de Big Fish, seguramente tenía para ese entonces un desenlace fenomenal, lleno de gestos, tal y como si estuvieras viendo una película, pero por alguna razón no quiso terminarla, a lo mejor por la ladilla que implicaba en ese momento, quizás los primos que en ese momento nos acompañaban no le pararon mucha bola y lo dejó para el olvido, quien sabe, quizás no tenía final. Lo que se es que además de haber quedado en el recuerdo en mi memoria, quedó grabado en un cassette TDK.
También le he querido inventar un cuerpo y final al cuento pero mi imaginación, fuera de cuestiones laborales, no da para mucho, a duras penas me da para escribir de tanto en tanto un cuento en este blog.
Alguna vez se me ocurrió preguntarle a mi hermano como terminaba, pero no se, pienso que es bueno que haya quedado así, para que en mis tiempos de ocio y pelabolismo pueda poco a poco ir pensando en algo que en unos cuantos años quede completo y pueda servir como historias que contarle a mis hijos, sobrinos, nietos y demás. Como aquella de la hormiguita que alguna vez me contaron y que aún me hace reír cada vez que la recuerdo, que vaina contigo.
También, como otras pendejeras de carajito, recuerdo y uso algunas frases que entre mis hermanos, primos y mi amigo Humberto de la secundaria alguna vez creamos, estas pueden ser:
1) "¿Cómo me veo? - ¡Como un culo!" (sacado de Terminator en su traducción al español)
2) "Ya estamos listos! - Si, falta la mierda. ¡Elga siempre dice que no lo recuerdo! - ¡No esta vez! - ¡Elga estará muy sorprendida!, ssshhh, pronto, ahí viene, y no olvides gritar sorpresa. - Sopreeeesaaaa!!!!" (sacado y modificado de una historieta de Olafo)
3) "¡Tráeme la vaca que yo le pego el mordisco!" (sacado de una historieta de Gardfield)
4) "¡Andando Robin!" (sacado de Batman de los años 70)
5) "¡Sabe a corcho la mardita!" (cuento con mis primos de un vino al cual a falta de sacacorchos u otro implemento, fue cortado a fuerza de cortauñas y empujado hacia adentro, todo desmenuzado y vuelto mierda, mientras escuchábamos a Pavarotti)
Se me pasan otras más. Ya las recordaré. Esas quedaron para la posteridad.
Esta es la historia de un hipopótamo del tamaño de un perrito...mejor, que siga Leo!

jueves, enero 18, 2007

El día que me fui

Sabía que todo cambiaría, que todo sería diferente, que la distancia enfriaría todo aquello que pudo existir y sólo quedarían recuerdos y la nostalgia necia de querer que todo fuera como alguna vez.
El día que me fui ya no quise mirar hacia atrás, en sentido figurado. Ese día supe que no regresaría, no de la manera que muchos aún quieren.
Ese día me levanté de la cama y no estaba seguro de lo que estaba haciendo. Me temblaba el cuerpo y no es para menos ya que no me iba de vacaciones, no me iba "por un tiempo a casa de un amigo", me iba a otro país, sin un destino cierto, sin nada seguro, sin saber siquiera que iba a hacer ese mismo día, todo un juego de azar.
Ese día, realmente no quería que terminara, quería que jamás llegara la hora de tomar las maletas, mi vida portátil y caminar unos pasos para irme para siempre.
Una mirada de última vez aún persiste en mi memoria. Una mirada de adiós tácito, un adiós que sabíamos ya existía desde el día que decidí irme.
No había marcha atrás, ya me había deshecho de todo lo mío y sólo lo que quedaba se vendría conmigo.
Unas palabras de ánimo cumplieron su misión, me armé de valor y salí al mundo.
Durante esa noche muchas cosas pasaban por mi cabeza, ni siquiera tenía dinero, unos cuantos dólares que tenía en el bolsillo soportarían mi vida mientras esperaba por la aprobación de una solicitud hecha a Cadivi.
La mañana siguiente era como una mañana cualquiera, como hacía una semana atrás, casi. Había un vacío a mi lado. Caracas se veía igual que siempre, ruido, gente, tráfico, su olor particular.
Rumbo al aeropuerto, la ciudad que me dio refugio, que me dio cosas buenas, cosas malas y cosas horribles, se alejaba, el camino que 7 años atrás era el habitual sería el último que recorrería. El mar me abría los brazos como una manera de indicarme que el horizonte es el destino y que desde lo lejos la costa no se vería más.
Por la ventanilla del avión mi país se alejaba y una nube densa hizo las veces de cortina para detener el sufrimiento que estaba a punto de ser evidente.
El día que me fui comenzó una nueva vida, con un pensamiento un tanto recurrente de mi vida anterior.
El día que me fui supe de verdad quien era, de que estaba hecho.
Hoy, no cambiaría ese día por muchos de los otros que he vivido. Fue lo mejor que pude haber hecho por mi mismo y por los que amo.
Mi país es mi pasado, mi presente y mi futuro seguirá siendo el resto del mundo.

viernes, enero 12, 2007

La tortilla no engorda!

Ese es el slogan que tiene una marca de tortillas y similares aquí en México. También dice: una tortilla tiene las mismas calorías que una zanahoria, coño, pero nojoda, vergación!, quien diablos se va a jartar 8 zanahorias? y claro, tan finitas las coños'e madre que uno termina jalándose el paquetico de 10 en una sentada.
A diferencia del slogan, o más bien, el complemento, los mexicanos dicen: "la tortilla no engorda, lo que engorda es el relleno!". Ahí si estamos hablando el mismo idioma, porque carajo, pasaron una de dos cosas desde que llegué aquí hace dos años y dos meses: o en Venezuela pasé hambre que jode luego de pelar boloña un tiempo por haber participado como integrante de PDVSA en las manifestaciones contra el otro marico'e mierda o aquí en México me he sobrealimentado, porque ya llevo 17 kilos de diferencia a mi favor (bueno, en mi contra) desde que llegué, y eso es ahorita porque llegué en un momento a más de 20 kilos de diferencia. Mi peso al llegar era de 74 kilos.
Se que tengo la maña de que todo lo nuevo se prueba para ver si es sabroso o no, quizás he probado muchas cosas, hasta me reprochan todavía haber comido gusanos con guasacaca.
Menos mal que cuando hago ejercicios boto los kilos como patrón venezolano bota empleados en crisis económica. En un mes de medio ir al gimnasio rebajé 5 kilos, y otros 2 kilos mientras caminada y no me compraba la nave.
Como tengo un año exactamente sin hacer ejercicios (la ley es empezar en enero y dejarlo en febrero), la pereza que me da ir a correr sobre una máquina es inmensa. Pero ni modo.
Y no, no ando gordote, más bien en Venezuela estaba demasiado flacucho, me llevaba el viento. Yo pienso que llegando a los 80 kilos es una buena medida para mi altura y contextura.
Mientras estuve pensando en empezar a comer puras cosas de dieta, por ahí vi un restaurant que decía: "Cerdo frito de dieta".

miércoles, enero 10, 2007

Energúmeno

Energúmeno, palabra definida por la Real Academia Española como "Persona poseída del demonio".
Quizás no sea la palabra exacta para describirme cuando en la mayoría de los días de mi vida me levanto con el pie izquierdo.
Aunque por lo general estoy de buen humor así haya posado mis dos pies izquierdos del lado izquierdo de la cama en la mañana, de vez en cuando el Bruce Banner con el que todos me conocen deja paso al Hulk que llevo dentro. Si sumamos a esto la cara de perro que el señor me dió, las ganas de las personas de acercarse o hablarme quedan neutralizadas en la mayoría de los casos.
Pero no muerdo, no frecuentemente. Mi ser iracundo se manifiesta en situaciones en las que el mismísimo personaje de Marvel Comics se hubiera engrinchado y destruido a placer. Empujones, patadas, ofensas verbales y gestuales, golpes y miradas hirientes salen a la luz.
Pese a todo he sabido controlar estos episodios de ira hacia el mundo haciendo de mi una persona de paz, de respeto a todo y a la ley.
Hasta mi jefa me hizo referencia en una conversación a este Mr. Hide que llevo dentro, el cual, si bien no podrá desaparecer del todo, podrá quedar en estado de hibernación frecuente.
En cierta forma, las últimas apariciones de mi alter ego me han agradado hasta cierto punto, porque al estar en otro país utilizo palabras de las cuales no sabía su existencia o siendo alguien libre de vicios culturales locales les doy nuevos usos y abusos llegando a causar sorpresa en las víctimas. Con todo, no es causa de orgullo.
Algo que es de notar es que cuando Hulk se apodera de mi ser, por lo general la destrucción sólo ocurre a nivel de personas y su moral, no sobre objetos ni materiales, por lo que la única evidencia de la hecatombe pueden ser personas en shock, personas llorando, personas gruñendo y respondiendo a la barbarie, o quizás, alguna grabación en audio o video. En algunas ocasiones, los daños materiales pueden ser visibles, aunque esto depende del color con el que Hulk se presente, por lo general es el gris, quizás en dos o tres oportunidades en mi vida se ha presentado verde y ahí hasta yo quisiera correr.
Qué me calma? La voz dulce de una mujer objeto de un amor platónico, de un amor real o de un ser querido de verdad. No, una sopita Maruchan no.
Qué me vuelve más iracundo? La necedad de alguien queriéndome calmar, por lo general termina siendo también víctima de mis acciones. Alguien diciéndome: Estás bravo? Grrr, hasta escribirlo me eriza.

miércoles, diciembre 20, 2006

Dígame esta vaina chamo!

Este año la verdad no le dediqué mucho tiempo al blog como hubiera querido, y esto lo pude confirmar al ver que hace poco más de un año que escribí un post titulado "Creo que es tiempo...".
Que más se le puede hacer si pasé el año de un proyecto a otro, incluso 4 y 5 a la vez, además de estar cursando una academia noctura de SAP al final.
Una vez me quedé riendo y riendo al cortarme las uñas de los pies y recordar un chiste que un amigo, ex-compañero de trabajo, me contó una vez: "Papá, ¿por qué hay unas costillas en el cesto de basura del baño?, -No hijo, no son costillas, es que me corté las uñas de los pies". Ahí les dejo mi tiempo libre.
Al menos he sido recompensado este año, entre otras cosas, con una placa de reconocimiento al esfuerzo en proyectos de misión crítica en la empresa para la cual trabajo, que no es pequeña de paso, en la fiesta de final de año. Si, me siento muy bien, siempre vale la pena el esfuerzo.
Veamos si este año entrante puedo dedicarle un poco más a mi blog. Mientras, voy saliendo para Cancún, ustedes saben, para variar la navidad.

miércoles, noviembre 29, 2006

El arte de ser cobarde

Desde que el mundo es mundo existen los cobardes, y ahora más con tantas herramientas al alcance de la mano que permiten desde el anonimato hacer y deshacer al antojo.
Nada mejor describe la personalidad y la vida de una persona que sus principios y actitudes frente a este comportamiento. Me lamento por esa gente, que mal. Es posible que puedan llegar más bajo, quien sabe. Si se lo proponen, en ese caso, mucha suerte en la vida.
Las cosas se dicen de frente, con nombre y apellido. Si se cae en errores se asumen.
Eso es todo.

viernes, septiembre 15, 2006

Serpientes a bordo

No se de que será esta película, de que tratará ni cuál será el tema que realmente quieren presentar sus autores, pero por el momento prefiero pensar que es una película de horror donde un grupo de parejas de casados viajan en un avión a un destino que no importa ya que las esposas son las protagonistas. Las que tiene que pasar el Samuel L. Jackson, no?!

miércoles, junio 28, 2006

El día que Dumbo vuele

Te levantas todos los días temprano para ir a trabajar al circo. Saludas a los payasos, los dueños apenas te miran pasar, los animales te hacen sus respectivos sonidos para decirte que te vayas, que te quedes a conversar un rato o que tienen hambre.
Llegas y te pones a trabajar en el número que te han asignado. Levantas la patica, das la vuelta, te atreves a practicar caminar sobre la pelota roja inmensa que está medio desinflada puesta en una esquina. Siempre das lo mejor que te sale del cuerpo.
No importa si el circo no vendió muchos boletos o si el que lleva el látigo amaneció de mal humor, el asunto es que si la función no sale como el chivúo quiere se jodió la vaina.
Te montas sobre la pelota, y mientras caminas en dos patas haces malabarismo con tres sierras eléctricas encendidas echando humo que da miedo, bailando el ula-o y mascando chicle y haciendo bombitas, lanzas las sierras al aire y pegas un brinco y en medio del espacio con la trompa las apagas y las pones a caer al suelo en fila, terminas dando una vuelta mortal sacándote el aro de la cintura y cayendo haciendo reverencia al público. Por último dejas sonar una bombita del chicle que tienes en la boca. La gente comienza a rugir de la emoción, tremendo espectáculo, el público quiere y tu le das. Eufória total.
Luego de la función, el señor del látigo te da tres ramazos y te dice que así no era la función, que sólo debías caminar sobre la pelota y saludar, que si el público pide más hay que dejarlos así, picados. Te hinchas de la arrechera, nojoda, por la cabeza te pasa agarrarlo con la trompa y estrellarlo contra la pared, darle una tanda de coñazos y luego sentarte sobre él y culminar con una hermosa cagada bestial en la cara. Te controlas y sólo te queda decir: El día que Dumbo vuele, me voy a reir que jode, y yo le voy a ayudar a volar.

viernes, junio 23, 2006

Adriana mode ON (II)

Otro mundo
Cama
Baño
Closet
Mesa
Silla
Computadora
Ascensor
Calle
Autobús
Torre
Computadora
Comida
Computadora
Autobus
Calle
Ascensor
Silla
Computadora
Televisor
Mesa
Baño
Cama
Otro mundo

jueves, junio 22, 2006

Adriana mode ON

Siempre recuerdo y se me paran los pelos
Me arrugo facilito
me volví loco

Desde el comienzo de la nueva etapa me pareció chimbo
Ya te dije ya, pero no
Me volví a volver loco

El hueco se hace profundo
Me duelen los oidos por el silencio
Me volví loco otra vez

Sabía como venía la cosa y qué pasaría
Será que el chimbo soy yo
Ya no me quiero volver más loco

Haré una nueva jugada
México pasó de panzazo
Me volveré loco otra vez?

lunes, mayo 29, 2006

La espera

No sabía donde me encontraba. Una luz tenue que emanaba de un faro cercano dibujaba una difusa y débil silueta de mi en el suelo. Comencé a caminar sin un destino en mente. Mis piernas no respondían como lo deseaba, me iban llevando cada una a su paso y ritmo, parecían tener vida propia y estaban dispuestas a alejarse de mi en cualquier momento.
Con esfuerzo retomé el control de ellas y enfoque mi atención y concentración en seguir una línea recta.
Al llegar a una esquina creo tener idea de mi ubicación. Camino un par de cuadras más y encuentro una ruta conocida la cual tomo y la sigo de forma semi-automática, dejándome llevar nuevamente por mis piernas.
Se detienen súbitamente frente a un edificio. Mi mano se introduce en unos de mis bolsillos y extrae de ella un juego de llaves que hábilmente manejo y abro las puertas que me llevan al interior de la estructura. Extrañado aún por la situación dejo que mi cuerpo continúe con eso que lo motiva, desconocido para mi.
Siento volar, como si me estuvieran cargando, llevándome en una cama de plumas y motas de algodón, con mis ojos a punto de cerrar.
Al darme cuenta he subido por un elevador el cual al abrir las puertas me encaran a una nueva. Pienso que se donde me encuentro. Nuevamente mi mano toma una llave del juego y abre la puerta que tengo en frente. Un olor familiar me invade, me siento en casa.
Mis manos comienzan a despojarme de mi vestimenta mientras camino por un pasillo que me lleva a una habitación y ahí está, la reconozco, es imposible olvidarla, la encuentro en toda su extensión, esperando para recibirme, incondicional. Es toda mía - pienso - y semidesnudo me lanzo sobre ella. Que delicia, que bien me hace sentir, me dejo abrazar por ella y mis ojos poco a poco y lentamente se van cerrando y antes de quedar rendido lo recuerdo todo. Ya no importan las últimas horas pasadas y lo ocurrido en ese tiempo, ella está aquí conmigo y la dejé tanto tiempo, esperándome. Que rica es mi cama.

viernes, mayo 26, 2006

Cuando me baño

Hoy mientras me bañaba me puse a pensar por qué será que siempre que me baño es cuando me vienen a la mente las ideas más brillantes, las ocurrencias más graciosas, los pensamientos más fructíferos, mis mejores momentos de filosofía personal.
No se por qué será pues. Lo normal es que uno cante bien o se crea algún personaje.
Recuerdo algunos de esos pensamientos. Recuerdo que mis planes más macabros ñaca ñaca los planeé mientras me enjabonaba el sobaco. Que aquel código que no me salía en la universidad para un proyecto que tenía que entregar ese mismo día lo pude resolver mientras me lavaba el joyo. Tantas cosas. Muchas veces imaginaba, mientras me bañaba, que deberían poner una ducha en la oficina, que cuando algo no me salga, voy y me meto.
Si quien está leyendo este post es parte de mi familia segurito estará diciendo: Coño leo, entonces vos sois más taparuco que el carajo!!, si, eso lo deben estar diciendo, o algo parecido. Es que tengo la fama de no bañarme muy seguido pese a que en la vida real me baño al menos una vez al día.
Bañarse es un momento único para mi (Ya, ya dejen de joder con eso), si, es único y muchas veces lo aprovecho bien (yaaaaaaa). Muchas veces busco a propósito temas extraños que pensar para sacar conclusiones extrañas pero acertadas.
Es como cuando uno está manejando a la 1 de la mañana por la carretera de Chivacoa a Barquisimeto, donde la imaginación da hasta para ver fantasmas en la calle atravesándose y mirándote feo o te pones a pararle bola de verdad a las letras de las canciones y a pensar por qué la habrán escrito así. En esos momentos también a uno le da por pensar mucho pero no como cuando me baño.
Jajajaja, me ando riendo porque ando recordando algo que siempre pienso mientras me baño en la ducha de mi residencia actual, y es que en el año y medio que llevo viviendo ahí, veo como la humedad causada por el choque el agua caliente y el aire frio que se cuela por la ventana fue creando moho de ese negro que le salen a las paredes pero al techo. Se que al principio fue mi culpa porque medio sellé la ventana con una bolsa plastica negra de esas tipo tobita porque se metía un frío cachúo cuando me bañaba en las mañanas en los días de invierno. Pero luego de un año se la quité y ya el mal estaba hecho. Ah, que qué es lo que pienso? que mientras me baño me va a caer encima la capa entera de pintura blanca medio despegada que tiene el techo justo sobre la ducha. Siempre pienso que voy a repararlo antes de mudarme y como le voy a hacer para que quede un buen trabajo, y aunque en mi mente quedó mejor que nuevo aún anda la pintura abombada.
Voy a ver si puedo tener el mismo nivel de concentración en otro sitio diferente a la ducha, así podré tener ideas brillantes y soluciones a problemas en los sitios en los que lo necesite.
Mientras, esperaré a mañana para echarme un bañito, a menos que hoy me provoque pensar como resolver algunas cosas pendientes.

El día de hoy

Que de pinga es terminar un proyecto antes de la fecha establecida de finalización.
Son días de descanso no establecidos y, por supuesto, no comunicados.
Hoy me la he pasado dándole vueltas a la PC, viendo que tengo instalado, que puedo desinstalar, arreglar los documentos metiéndolos en carpeticas por aquí y por allá.
Todo esto mientras escucho todos los CDs de Radiohead, Coldplay y ACDC.
Creo que la semana que viene la peladera de boloña será tal que pediré, rogaré por el nuevo proyecto. De hecho que hoy insinué eso a mi jefe, pero debo controlarme, debo tener unos días de descanso.
Tomaré este tiempo para ponerme a pensar que escribir en mi blog que tengo milenios que no le escribo corrido sino un post cada 120 años.