sábado, septiembre 10, 2005

Historia de un Maracucho en México (Parte V)

Historia de un Maracucho en México (Parte V)
Nota: Los nombres han sido cambiados para proteger a los inocentes.

En esta nueva historia voy a hablar sobre mis experiencias laborales en la ciudad más bella del mundo.
Aclaro que estas son vivencias personales y no son el reflejo del mundo real, sobre todo que está siendo expuesto desde mi punto de vista, así que el que me crea todo lo que diga, allá él.
Mi primera sorpresa de las personas de estas latitudes fue que estos carajos empiezan a trabajar más tarde que'r coño. Uno en Venezuela se tenía que parar más temprano que'l cebillo para llegar a las 7am a la oficina, cuando mucho a las 8am. Aquí la gente viene llegando entre 9 y 10 de la mañana, si no es que le dio "güeva" pararse. Eso si, como que no tienen vida social porque se quedan hasta tarde trabajando, y yo ya a las 5pm que me pican las patas pa'salir esmachetao...Por suerte, o por desgracia, me han tocado trabajos donde comienzo a las 8am, aunque siguiendo las enseñanzas (sabemos que las malas se pegan primero), me aparecía en la oficina entre 8:30 y 9am. Eso si, a las 5pm tin tin, andaba zapateando.
Ya en mi puesto de trabajo observo como los coños dedican de las 8 horas de trabajo, unas 3 horas para: desayunar, tomar café y hablar peperas, echarse unos cuantos cigarros y pelar bola durante el día, el otro tanto lo dedican a trabajar.
Y bueno, como uno dice, las malas costumbres se pegan, pero verga, ya después de un tiempo a uno le da la pirimpimpera y el remordimiento de conciencia, y después de ver como te pagan por chatear, navegar por internet y hablar con los amigos, dices que necesitas un trabajo más exigente para comenzar a usar el cerebro antes que se seque o lo vuelvan a meter en el celofán de "semi-nuevo".
Y así fue, ahora pertenezco a una empresa donde hay que llegar a la hora o antes, y aunque tengo más comodidades, ahora si hay trabajo de verdad, ese que añoraba. Y como estamos en un super edificio, la gente ya no baja a fumar, me imagino porque los miran feo si se ausentan más de 20 minutos o porque les da hueva bajar el pocotón de pisos para echarse un cilindro.
Lo que si se es que por fin mi concepto del ambiente laboral ha cambiado para mejor.
Y lo que nunca me había pasado en todos los 9 años que llevo trabajando: Estaba sentando trabajando en mi laptop en la oficina oyendo mi musiquita cuando me percato que alguien se me acerca por la espalda, justo cuando me estoy quitando los audífonos, esa persona se reclina y acerca mucho a mi rostro, y cuando volteo hacia donde está me encuentro cara a cara frente a ella. Fue algo de medio segundo, pero la única reacción que tuve fue darle un beso. Luego de eso, como 5 milésimas de segundo después, me percato que es la gerente del área, la jefe de mi jefe.
En el siguiente medio segundo no lo entendí hasta que me dijo: ya van a ser las 4 y tenemos reunión. Que pena! estaba viendo la hora en el reloj minúsculo que tiene windows. Sólo nos miramos por unos dos o tres segundos más antes de que se fuera.
Luego de eso nunca toqué el tema y todo ha pasado como si nada.
Desde que llegué a México me he enterado que un traje sirve para algo más que ir a fiestas, matrimonios y funerales. Aquí se trabaja de traje, y tomando en cuenta que sólo tengo dos, esos bichos ya van a salir caminando y se van a poner a trabajar por mi. Sin embargo es algo que siempre me llamó la atención y estoy disfrutando, ya que ando fufurufo, peinaito, bañaito y vestido de papaíto. Parezco gente importante, bueno, al menos parezco gente, porque ya ir de jean y camisita a trabajar era ya como salir al centro comercial un fin de semana.
Eso si, ahora disfruto más los fines de semana cuando ya después de andar trapujado todos los días me la paso en interiores con franela y cotizas por la casa.
En cuanto al ambiente de trabajo, estamos en Latinoamérica mi hermano, y todo se parece, gente que trabaja como si no tuviera familia, gente que trabaja por trabajar, otros que ni trabajan.
Me siento bien, todo es tranquilo y sin nervios.
Algo que siempre va a existir es la curiosidad que tengo por las homologías entre palabras de mi tierra y las de aquí. De igual forma, la curiosidad de mis compañeros por las palabras que digo. Sucede que entre un montón de palabras, me preguntan como se les dice a los niños, yo les respondo que muchachito, carajito, triponcito o coñito. Esa resulta que fue la última la que más le gustó a una de mis compañeras y lo decía a todo pulmón: "Como es que le vamos a decir a fulanito? que es un coñito?" (porque es pequeño). "Y a tal fulano? que es un coño mamarrúo?". Se reían, yo con pena.
Definitivamente la vida en México es toda una experiencia de la cual no me voy a arrepentir nunca. Culturas tan similares y tan distintas.
No puedo terminar este capítulo sin dar mi agradecimiento a las personas y a este país que me ha dado la oportunidad de continuar una vida decente y digna.

...continúa

sábado, septiembre 03, 2005

Historia de un Maracucho en México (Parte IV 1/2) Clone Wars

Historia de un Maracucho en México (Parte IV 1/2) Clone Wars
Nota: Los nombres han sido cambiados para proteger a los inocentes.

Así como en las "Guerras de las Guarnachas" o Matrix, estas historias tienen unas comiquitas de por medio para medio explicar que ha pasado que no he vuelto a actualizar mi blog con referencia a las historias de un maracucho en México.
Haciendo un sondeo y recibiendo comentarios, me percaté que las historias tenían comentarios que podían herir a gente susceptible, sobre todo a los oriundos del país que me dió (a juro) el
cobijo.
Es por eso que ando dándole vueltas a la cabeza y editando las historias para hacerlas un poco más amistosas, y que todos puedan conocer mis vivencias. Eso si, al chubaca no le paro mucha bola, ya le di purina para que se entretuviera, estaba jodiendo la paciencia.