domingo, agosto 21, 2005

Historia de un Maracucho en México (Parte III)

Historia de un Maracucho en México (Parte III)
Nota: Los nombres han sido cambiados para proteger a los inocentes.

Ya van algunas semanas de mi estadía en México y algo está pasando. Cada mañana que salgo las manos se me ponen tiesas, los ojos los tengo rojos como si me hubiera metido un perico antes de salir (enchilado dicen aquí), las orejas se me queman y las rodillas se golpean entre si, es el frío que hace y que cada amanecer está con mayor intensidad. Me empecé a dar cuenta de cuanto frío había el día que se acabó el gas. Como en muchas partes del mundo (menos en mi querida tierra natal) el gas se distribuye en bombonas (cilindros tienes que decir, sino te miran como un perro cuando le haces ruidos raros). Fue una fría mañana cuando abro la regadera y solo salen estalactitas en vez de agua (las estalagmitas se iban formando poco a poco en mis pies), sólo pensé, "er coño de la madre, se acabó el gas" y como no había más nada que hacer me fui de un solo dolor debajo del hielo, lo peor estaba por ocurrir. En Venezuela dicen: "si te mojas la cabeza ya no te da tanto frío", eso no aplica aquí, y como en Mérida, luego de echarme el jabón, por más agua que me echara y por más duro que me diera, el jabón no salía, así que tuve que hacer varias incursiones debajo del chorro para lograr sacármelo hasta que no se notara que aún estaba enjabonao. Lo más fácil de lavarme fue mi parte íntima, ya que con el frío, no había mucho que lavar.
Lamentablemente, el gas lo distribuyen todos los días a las 7 de la mañana y eran las 8 de la mañana de un viernes, por lo que me tocó el numerito todo el fin de semana, ya el domingo no me bañé, bien soy extranjero y mucho se dice de lo hediondos que son esos desgraciados, así que formé parte de ellos al menos una vez. Las patas podrías, el culo hediondo, el sobaco tieso, las greñas flechúas y la bolsa de pastelitos pipo en la cara. El lunes, ya con mi capita de grasa corporal que me protegiera del frío, esperé paciente a que el camión llegara con los cilindros para poder bañarme e irme a mis quehaceres.
Cada día hace más frío en esta vaina, menos mal que no me fui a Canadá, no habría caído ni nieve y ya estuviera maldiciendo a los higüeputas venaos, a la sal de las calles y a la mismísima mal paría nieve, como el chiste del maracucho aquel.
En las noches ya no se puede salir en jean ni franelita, tiene que ir uno arropao hasta las orejas. Me monto en un taxi y dice 15ºC, le pregunto al taxista si eso es afuera a lo que me responde que no, que es dentro del carro, y eso que veníamos con los vidrios cerraos y la calefacción encendida. Afuera había 4ºC. Ya no hablo del frío que me arrecha, ahorita mientras escribo ando enrollado en dos cobijas en la cama con las ventanas cerradas.
Dicen que los que manejan en Maracaibo saben manejar en cualquier parte del mundo, a lo mejor, pero estos mexicanos manejan como si vinieran solos en la calle. Van por media autopista y como se pasaron la salida, los muy ellos frenan, echan retroceso, se pasan dos canales a la derecha y se salen, claro, mientras, 300 mil carros y buses atrás tienen que frenar y esquivarse unos a otros para no chocar, mientras le chingan la madre al desgraciado de la maniobra. He visto cada barbaridad...y los que he visto son 90% hombres manejando, imagínense las cosas que he visto con las mujeres al volante.
En un espacio donde cabría un Tico he visto meterse una Explorer manejada por una mujer, hizo como en las comiquitas, la coña va chocando por delante y por detrás para ir metiéndose hasta que logra acomodarse, de salida hará lo mismo. He visto a coños estacionar de la siguiente manera: =||= donde ponen los cauchos delanteros en la acera y el culito alineado con la fila para no obstaculizar el tráfico. Aquí nadie va detrás de una ambulancia como en Maracaibo que va una de ellas y 500 carros detrás, por supuesto, aquí nadie deja pasar ni a las ambulancias. Tengo una amiga en Maracaibo que manejaba como si el diablo la persiguiera, aquí el diablo anda mamao de tanto perseguir a estos coños de madre y los taxistas son a los que más busca parece.
Por ello me gusta mucho el metro, y no porque sea bonito, sino más seguro. Del metro les puedo decir: el de caracas es de lujo, ahí deben viajar puros directores y empresarios, dirán aquí. Este metro es feo con ganas, todas las instalaciones. Yo me imaginaba un tren subterráneo, pero no, es un bus mollejúo, de esos que van para los filúos, debajo de la ciudad. Hasta tiene CAUCHOS, y de paso al vagón donde venía se le pichó uno en viaje, pensé que se iba a volcar la verga esa. Epa, el desgraciao tren tiene las ventanas abiertas y letreros que dicen: "no sacar los brazos ni la cabeza", vos creéis esa vaina?
Eso si, también está lleno de gente que pide, vendedores ambulantes y demás, y si eres de esos que les da dinero a esos mendigos que piden, en un viaje en metro te podéis arruinar, no conseguís menos de 30 coños con cara de regañaos pidiendo.
También hay los cirquences. En estos días llegó un carajo diciendo: "Yo soy un niño de la calle, pero no se asusten, no tengo armas ni les voy a hacer nada..." mientras extendía un paño con un verguero de botellas rotas, las acomodó y se acostó sobre ellas de frente, acto seguido otro huele pega le paso por encima como si fuera una alfombra, no más le faltó limpiarse los pies, después el que estaba acostao se dio la vuelta y lo volvieron a pisar. Luego se paró y empezó a recoger limosna. También venden "CeDés", "DeVeDés" y otras cosas.
Esta si es una ciudad de locos, de bolas, imagínense una ciudad repleta de todos los maracuchos, guaros, caraqueños, valencianos, gochos, llaneros y orientales juntos, así como 22 millones. Y de paso, el 12 fue el día de la virgen de Guadalupe, donde se contabilizaron aproximadamente 9 millones de visitantes ese fin de semana. Me quedé en casa viendo peliculitas.
Pero no me puedo quejar, no puedo quejar, sino me deportan. Hay que seguir viviendo al ritmo de ésta gente, más tranquilos que la quijada de arriba (mientras estén fuera de un carro).

...continúa

1 comentarios:

A las 14 mar. 2008, 4:13:00 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

JAJAJJAJAJAJAJAJAJA, es que por Dios pobrecito, jajaja es que me acuerdo lo de pastelitos pipo y me meo de la risa, que de bolas teneis vos muchacho todo lo que habeis tenido que soportar alla en mexico, espero sigais subiendo tu pequeña historia y no cambieis tu forma de escribir, total la gente esa no te entiende nada de lo que hablais o por lo menos no en el sentido que lo decis.

jaja te envio besos desde Maracaibo...

 

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